La triste realidad de nuestros migrantes
- Francia Barahona

- 13 dic 2020
- 2 Min. de lectura
¡¡Vamos bien madre!!... ¡Llegaré en nombre de Dios!...
Con esas palabras atoradas en la garganta y su alma desgarrada parten cientos de hondureños en busca del sueño americano
Van mochila al hombro, una gorra, suéter amarrado a su cintura y unos buenos zapatos... más unas cuantas pastillas en su bolsillo, un rosario y, desde luego, la bendición de su madrecita...

Con cientos de ideas en su cabeza, sueños, temores y su alma echa pedazos por tener que dejar su país, su barrio, sus aleros, su familia, su viejita... su vida... su todo... pero tienen que hacerlo para sacar adelante a los de su casa.
Van en caravana, con coyotes o solos... como sea pero siempre van con miedo... pero con fe.

No todos son vagos o haraganes... bochincheros y aprovechados... son personas con limitaciones en su tierra, sin trabajo y sin oportunidades.
Tenemos a más de 1.5 millones de inmigrantes en el extranjero... ellos son los que mantienen al país, son la columna vertebral de la economía, la remesas representan el 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Las caravanas es una forma visible de partir. Acaba de salir una que fue neutralizada en Guatemala... allí los detuvieron y devolvieron a muchos.
Desafortunadamente murieron dos hermanitos, niños diría yo. Salieron de una aldea de Santa Bárbara con promesas y sueños que hoy vienen dentro de cajones blancos bañados en lágrimas de sus seres amados.... lo lamentamos mucho por Cristian Alexander (14) y Leandro Antonio (18).
Su padre, un hombre aun joven, fuerte y curtido por el sol y polvo de su trabajo en la tierra, dijo que le daba gracias a Dios por haber recuperado el cuerpo de sus pequeños hombrecitos... "porque peor sería que yo pensará que están vivos allá y no los vuelva a ver... hoy los recuperé aunque vienen en esos cajones".
Así va el paso de estos compatriotas... que minuto a minuto se suman... la migración no se detienen... mientras no tengamos que ofrecer seguirán saliendo de Honduras... esas caravanas es la forma de viajar que se ve... pero tierra adentro... trás montañas van ciento con su sueño americano sobre sus hombros.

Es muy fácil decir que para que se arriesgan y que aquí en Honduras pueden encontrar que hacer... emprender, vender tortillas, baliadas, barrer las calles, cortar café o andar en un taxi o un bus... tantos trabajos que les anuncian pero que realmente es una verdadera utopía... para ellos no hay otra alternativa que su sueño americano.
Antes de hablar... deberíamos ponernos sus zapatos.




















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