Ucrania lanza ataque coordinado con drones y destruye más de 40 aviones rusos: el mayor golpe aéreo desde el inicio de la guerra

Kyiv, 2 de junio de 2025 — En una operación sorpresa de gran escala, las Fuerzas Armadas de Ucrania llevaron a cabo un ataque masivo con drones que destruyó al menos 43 aeronaves militares rusas estacionadas en múltiples bases dentro del territorio ruso.

Foto: iStock

El operativo, denominado internamente como “Operación Tela de Araña”, representa uno de los golpes más contundentes a la aviación militar rusa desde el inicio del conflicto en febrero de 2022.

El ataque, que se desplegó durante la madrugada del domingo, fue ejecutado con decenas de drones de largo alcance, muchos de ellos desarrollados en Ucrania con tecnología nacional y otros adquiridos a través de aliados occidentales. Las principales bases afectadas se encuentran en las regiones de Kursk, Vorónezh y Belgorod, todas relativamente cercanas a la frontera con Ucrania.

Según fuentes militares ucranianas, la ofensiva fue planeada durante meses y tenía como objetivo neutralizar parte del poderío aéreo ruso que ha sido empleado en ataques constantes contra infraestructuras civiles y zonas urbanas en Ucrania.

“Esta operación marca un punto de inflexión. No solo hemos reducido su capacidad de ataque, sino que hemos demostrado que incluso sus bases más protegidas son vulnerables”, afirmó un alto mando del Ejército ucraniano en declaraciones a medios locales.

Del lado ruso, el Ministerio de Defensa confirmó que se produjeron daños en “algunas instalaciones”, aunque evitó dar cifras concretas sobre pérdidas.

Sin embargo, imágenes satelitales obtenidas por medios internacionales muestran la magnitud de la destrucción: hangares calcinados, pistas inutilizadas y restos de aviones esparcidos por las zonas afectadas.

Analistas internacionales consideran que esta acción responde a la necesidad de Ucrania de mantener la moral alta en un contexto de guerra prolongada y de enviar un mensaje directo tanto a Moscú como a los socios occidentales, algunos de los cuales han mostrado señales de fatiga respecto al apoyo sostenido al país.

Además del impacto militar, el ataque también representa un golpe psicológico para las fuerzas rusas, que hasta ahora consideraban invulnerables varias de estas bases situadas en la retaguardia.

En Kyiv, la noticia fue recibida con expresiones de orgullo y esperanza. En redes sociales, usuarios compartieron mensajes de apoyo a las fuerzas armadas y celebraron lo que consideran una “respuesta justa” a los constantes ataques rusos contra ciudades ucranianas.

Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención los posibles efectos de esta ofensiva en la dinámica del conflicto. Algunos expertos temen que el Kremlin responda con una escalada aún mayor, mientras que otros ven en esta acción una señal clara de que Ucrania no solo está resistiendo, sino que puede contraatacar de manera estratégica y contundente.